El humanitarismo aplicado a una característica del individuo humano, podría definirse como una persona con principios filantrópicos y en todos los sentidos, humana. Que es consciente del sufrimiento de los humanos más desfavorecidos, y que actúa ayudando a los demás, y promoviendo la idea de que todos los humanos tengan a su disposición un mismo estado de bienestar.
Mao Tse-Tung reclamaba que en el humanitarismo debía existir un sentimiento de amor y solidaridad independientemente de las clases sociales que existieran. Un amor y libertad, en muchos sentidos abstracto, pero que fuese por igual para toda la Humanidad.
Los principios del humanitarismo
- Todos los humanos deben ser valorados por igual.
- Todos merecemos el mismo respeto y dignidad.
- Toda la humanidad debe disponer de los mismos recursos.
- Se debe asegurar el estado del bienestar para toda la población humana.
Los trabajadores humanitarios y aquellas personas que comparten estos principios, luchan para conseguir que todos los seres humanos sean tratados de la misma forma, sin importar su clase social, procedencia, raza, religión, etc. Todos ellos están en contra de la violación de los derechos fundamentales, de los derechos humanos y de cualquier circunstancia que pueda significar la discriminación de un ser humano ante otro.
En el movimiento humanitario y en la ideología del humanitarismo, se acepta a gente proveniente de cualquier ideología política, siempre que entre sus objetivos se encuentren el favorecer los derechos y la dignidad de los seres humanos. Este es un movimiento altruista, dedicado a ofrecer ayuda en acontecimientos violentos causados por el hombre o desastres de origen natural.
El humanitarismo en la actualidad
Actualmente el humanitarismo es utilizado frecuentemente para describir el pensamiento y los principios que rigen una respuesta de emergencia ante cualquier crisis humanitaria. En estos casos se aboga por dar una respuesta humanitaria que mantenga estos principios ya mencionados, siendo el principal, el de extender la ayuda a todas las personas por igual, manteniendo los criterios de imparcialidad y neutralidad que siempre deben estar presentes cuando se decide prestar ayuda humanitaria.
Estos principios poco a poco han ido abriéndose paso en la conciencia humana y en nuestros días, han conseguido concienciar a una gran parte de la humanidad, que dejando de lado las respuestas políticas, sienten que deben responder ante situaciones de emergencia y desean colaborar en acciones humanitarias.
Fuentes:
– El humanismo y el humanitarismo, de Arnold Gehlen. Revista española de la opinión pública, No. 44
– El humanitarismo, ¿un nuevo ideal moral?, de Miguel Gusti
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